El enfrentamiento en Orellana ha generado preocupación y resalta la necesidad de fortalecer los mecanismos de inteligencia binacional.

El enfrentamiento armado entre el Ejército ecuatoriano y un grupo de narcoguerrilleros disidentes de las FARC en el cantón Puerto Francisco, provincia de Orellana, ha generado preocupación debido a la penetración de este grupo armado en el territorio ecuatoriano.

Durante el 14 al 15 de febrero, un pelotón de reconocimiento de la IV División del Ejército Amazonas, basándose en información de Inteligencia, se desplazó hacia la zona con el objetivo de localizar el campamento del grupo irregular. Los guerrilleros, al detectar la presencia militar, abrieron fuego y algunos lograron escapar. En la acción, fueron capturadas dos personas de nacionalidad colombiana de 27 y 19 años, mientras que uno de los irregulares fue neutralizado, también de nacionalidad colombiana y de 30 años. Además, los militares incautaron armamento de guerra de varios calibres, munición y varios uniformes y emblemas pertenecientes a la FARC-EP.

A pesar de la victoria de los militares ecuatorianos en el enfrentamiento, la ubicación remota del campamento y las dificultades de acceso a la zona plantean alertas importantes que deben ser consideradas por las autoridades nacionales para proteger la soberanía y la integridad territorial. Este enfrentamiento marca la primera vez que se registra un incidente de esta naturaleza tan lejos de la frontera con Colombia, lo que subraya la necesidad de una mayor vigilancia y acción preventiva en áreas consideradas de difícil acceso.