Después de los despidos masivos en Twitter (y la espantada posterior de algunos de los empleados que mantenían su puesto), la plataforma expropiará 1.500 millones de cuentas existentes, según ha anunciado el nuevo propietario y CEO de la compañía. Twitter cobrará 11 dólares en Apple.

Se trata de “supresiones obvias de cuentas que no han tenido tuits ni registros durante años”, ha avanzado el empresario, que con esta decisión reafirma su posición en la atropellada negociación llevada a cabo para comprar la tecnológica: los datos de Twitter se hincharon al contabilizar usuarios que permanecían inactivos o eran directamente bots.

En sus últimos resultados, del segundo trimestre de este año, Twitter contabilizaba 237,8 millones de usuarios diarios activos monetizables (mDAU), la medida a la que recurre la empresa para cuantificar su verdadera base de fieles, excluidas las cuentas que carecen de uso o identidad real. Twitter mejoraba así 16% las cifras de un año antes.

El pasado abril, aún en un tira y afloja de las negociaciones con MuskTwitter llegó a reconocer que había venido sobreestimando su comunidad en hasta 2 millones de personas: a cierre del pasado año, declaraba 216,6 millones cuando en verdad se quedaba en 214,7 millones. Aun así, la compra de Musk se ha consumado por alrededor de 44.000 millones de dólares.

En los meses más recientes, la compañía habría seguido aumentando su comunidad hasta incluso sobrepasar los 250 millones de usuarios, según al menos lo que ha manifestado a sus anunciantes y han recogido algunos medios norteamericanos como The Verge.

Sin embargo, lo monetizable no siempre equivale a lo monetizado, con lo que Twitter intenta compaginar su principal vía de ingresos, la de la publicidad, con un sistema de suscripción que prepara su relanzamiento tras una primera caótica entrada en vigor.

El modelo de suscripción de Twitter, que debería estar operativo definitivamente en los próximos días, costaría 7 dólares si se contrata en la web de Twitter y 11 dólares si la adquisición se realizara en la tienda de aplicaciones iOS, de Apple. Se espera que, además de la categoría azul, exista una color gris para cuentas institucionales y otra dorada para los anunciantes de la plataforma.

Con esa diferencia de precio avanzada por The InformationMusk trata de contrarrestar las comisiones que se embolsa la compañía del iPhone cuando un consumidor paga y descarga una aplicación en la App Store. “La tienda de Apple es como tener un impuesto del 30% en internet. Definitivamente, no está bien”, publicó Musk el pasado mes de mayo, sumándose así a las críticas de PayPal (una empresa que el sudafricano cofundó).