Gabriel Boric, presidente electo de Chile, fijó una serie de topes de salario e instauró una restricción para la contratación de parientes en La Moneda.

Las medidas se centran en los sueldos honorarios de los empleados de la sede del Gobierno chileno y en los llamados puestos de exclusiva confianza.

En el caso de los honorarios, no podrán superar el 50 o el 65% –en el caso de que sean empleados con postgrado y al menos con 15 años de experiencia en el servicio público– del sueldo del subsecretario de cada ministerio.

El documento, recogido por la prensa chilena, señala «reglas de austeridad y transparencia para la contratación de personal (…) es un primer paso dentro del compromiso más global que asumimos de diseñar e implementar un sistema de remuneraciones al interior de la Administración del Estado que permita disminuir las actuales brechas, estableciendo límites a las altas rentas».

En cuanto a los cargos de exclusiva confianza, se restringirán desde el tercer hasta el cuarto grado de consanguinidad, incluyendo a convivientes.