El Alzheimer es una enfermedad devastadora que paulatinamente arrasa con la memoria del paciente, trastoca por completo su conducta y su capacidad de lenguaje y al final mina las funciones básicas hasta que causa la muerte. Para quienes lo padecen y para sus familias, es un mal desolador y doloroso en lo físico y en lo anímico.

Para Donna Marino, con todo, el Alzheimer -o la alusión a él- fue una forma de robarle cientos de miles de dólares a su propio marido.

Durante 20 años Donna le hizo creer a su esposo que él padecía Alzheimer para, entonces, tomar control de su pensión y otros pagos que recibía. Donna al parecer utilizó ese dinero para ayudar a su madre y a su hermano. Todo ello sin que su marido tuviera conocimiento, y ciertamente sin su autorización.

Para evitar que su marido se enterase de que le estaba sacando de ese modo el dinero, ella le hizo creer que padecía Alzheimer. Por ejemplo, en una ocasión que él quiso ir al banco, narra el Post, ella le dijo que la última vez que fue allí él hizo una escena. Así, avergonzado de esos episodios de demencia, que en realidad no sucedieron, él se abstuvo de acudir al banco y por muchos años nunca supo que su propia esposa estaba esquilmándole dinero. Donna incluso habría falsificado documentos para tomar control de las cuentas bancarias de su marido, según la acusación.

Donna Marino, actualmente de 63 años, habría comenzado a robarle dinero a su esposo, hoy de 73 años, de ese modo desde hace unos 20 años, y se habría apoderado de unos 600,000 dólares, de acuerdo con reportes de la policía de Connecticut, estado donde ellos residían. Donna ha sido acusada de robo y falsificación y se entregó a las autoridades, aunque salió de la cárcel bajo fianza y deberá presentarse ante una corte el próximo 29 de noviembre.

La saga de robos de la que se le acusa habría sido descubierta porque una hija de la víctima, de una relación anterior a su matrimonio con Donna, detectó documentos que implicaban que el dinero de su padre estaría siendo sustraído sin su consentimiento y lo reportó a la policía.

Las autoridades investigaron y detectaron que Donna al parecer depositó los cheques de la pensión de su marido en la cuenta de su madre durante 13 años, sin que él lo supiera, además de que se hizo de dinero de compensación laboral que él recibió y empeño varias monedas de plata que él poseía. Todo ello, ciertamente, sin el conocimiento ni consentimiento del marido.

Cuando la policía le preguntó sobre las actividades de Donna, el esposo dijo que ella controlaba las finanzas de la casa y que él no sabía que ella le estuviese robando.

Interrogada por las autoridades, Donna admitió haberse apoderado de ese dinero y dijo que lo usó para ayudar a su hermano a pagar la renta, el auto y el supermercado, para asistir a su madre y a una hija adulta, señaló el Post. Aceptó haber falsificado documentos para obtener poder notarial para manejar asuntos de su marido y reconoció que para que nada de eso fuera descubierto ella le hizo creer a su esposo que él sufría demencia, reportó la televisora WFSB. Dado que en su familia hay antecedentes de Alzheimer, el marido habría creído lo que su esposa le decía.

Con todo, las normas de prescripción de delitos solo permiten que Donna sea procesada por los fraudes que haya cometido en los últimos cinco años, y no es claro cuánto de esos 600,000 dólares que ella habría sustraído caerán dentro de ese periodo.

Tras todo ello, Elena Marino, hija del hombre defraudado, dijo que su padre se mudó a Florida tras iniciar los trámites para divorciarse de Donna, y que todo el asunto le ha causado mucho sufrimiento.

“Él simplemente no puede creer el trauma [que ha sufrido]”, dijo la hija.

Así, posiblemente, él ahora podría querer olvidar de verdad todo ello. Es de esperar que se haga justicia.