Todos hablan de la nueva variante Ómicron del coronavirus. Una de sus principales características es que tiene muchas más mutaciones que las anteriores, lo que podría volverla más transmisible; es decir, más contagiosa en menos tiempo. Aunque todavía no se ha demostrado que evada la respuesta de las vacunas. 

Pero ¿qué hace que aparezcan nuevas variantes? Pues que los virus mutan constantemente. El coronavirus puede evolucionar y esto pasa mientras la cantidad de contagios no se frene. Saskya Lemus, epidemióloga, dice que son los cuerpos con Covid-19 donde se crean las variantes.

“Mientras más contagios, más se fortalece el virus. Por eso es que su transmisibilidad se vuelve mayor”, dice. Además, destaca que en estos momentos, aparte de la bioseguridad, la vacunación es un arma para evitar que se potencien las variantes existentes o que se creen más.

Fábricas de variantes

Sobre la vacunación, William Schaffner, profesor de la División de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, indicó que «las personas no vacunadas son posibles fábricas de variantes».

Schaffner declaró que cuantas más personas no vacunadas haya, más oportunidades tendrá el virus de multiplicarse.

En Ecuador, un 5% no cree en las vacunas

El médico-investigador Esteban Ortiz ha indicado que el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), a través de proyecciones poblacionales, ha encontrado que en Ecuador hay 500.000 personas antivacunas (gente que no quiere vacunarse). «Es decir que nunca vamos a llegar a más del 95% de gente vacunada. Inclusive vacunando a todo el que quiera en Ecuador», destacó Ortiz.

Por su parte. Carlos Oporto, analista de datos, detalla que la cifra de antivacunas en el país podría ser de entre el 3% y el 5% de la población.

Movimiento antivacunas en Ecuador

Rodrigo Velasco, miembro del movimiento antivacunas ‘Acción Humanista Revolucionaria’ (AUR),  señaló que  establecerse en Ecuador responde a una acción humanista.

Velasco explica que su objetivo es luchar contra las medidas “deshumanizantes que vayan en deterioro del ser humano”. Su campaña se opone a la colocación de vacunas, al uso de la mascarilla y otras medidas como cuarentenas, límites de aforo y distanciamiento social. Sostiene que si las personas no pueden reunirse, su sistema inmune se vuelve débil.