Uno de los peligros es contraer enfermedades por consumir alimentos en mal estado o contaminados. Incluso pueden requerir atención médica y hospitalización. Le traemos consejos para conservar los alimentos de manera segura en el hogar.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) reporta que uno de cada seis norteamericanos contrae enfermedades transmitidas por los alimentos cada año. Esto sucede incluso cuando su suministro de alimentos es de los más seguros en el mundo.

La FDA recomienda seguir cuatro pasos para el manejo de alimentos en el hogar. Estos incluyen limpiar, separar, cocinar y enfriar.

Limpiar

Para garantizar la inocuidad de los alimentos es necesario manipularlos cuidando cada detalle. Lo primero es mantener mesones y encimeras limpias. También se recomienda que la limpieza se haga con toallas de papel. Si se utilizan trapos de tela, estos deben estar limpios y ser lavados constantemente con agua caliente.

La persona que entra en contacto con los alimentos debe lavarse las manos por, al menos, 20 segundos. Y, de la misma manera, debe evitar el contacto con mascotas o desechos mientras se manipula algún alimento.

Los vegetales y frutas deben lavarse aunque se los vaya a ingerir pelados. En el caso de las frutas con una corteza más dura es necesario hacerlo con un cepillo destinado exclusivamente a esa tarea.

Separar

Desde la compra, el traslado y almacenamiento es importante separar los alimentos. Las carnes de todos los animales, mariscos y huevos deben estar lejos del resto de comida.

Y lo mismo con las tablas de picar, que deben ser diferentes para carnes y verduras. De esa manera se evitará la contaminación cruzada.

También se debe evitar colocar alimentos cocinados en un recipiente que previamente haya contenido carne, huevos, pescado o mariscos crudos. Este debe ser previamente lavado con agua caliente y jabón para poder utilizarlo de manera segura.

En cuanto a los implementos de aseo, estos se deben guardar lejos de los alimentos. Estos productos deben permanecer en sus envases originales y con las etiquetas intactas.

Cocinar

La temperatura adecuada de cocción varía según el tipo de alimento. Las carnes no poseen solo características físicas que denotan el punto adecuado. Es necesario utilizar un termómetro para alimentos para garantizar que hayan sido cocidos de manera adecuada. Es la única herramienta para medir la temperatura interna mínima segura para destruir cualquier bacteria dañina.

En el caso de los huevos es necesario cocinarlos hasta que la clara y yema estén completamente firmes. Esa es la única preparación segura para ese alimento, según la FDA.

En el caso de los alimentos recalentados es necesario hervirlos para consumir. De esta manera mueren las bacterias y se evita que los fluidos separados se compacten.

Refrigerar

Los productos de consumo humano deben refrigerarse o congelarse máximo dos horas después de ser comprados o cocinados. Si el clima mantiene temperaturas elevadas el tiempo se reduce a la mitad.

La FDA advierte que nunca se descongelen los alimentos a temperatura ambiente, por ejemplo, dejándolos sobre un mesón. Hay tres modos seguros de hacerlo: dejarlos dentro del refrigerador, en agua fría y en el horno microondas. Al utilizar estos dos últimos métodos, los alimentos deben cocinarse de inmediato.

En el caso de los alimentos adobados deben permanecer dentro del refrigerador siempre. Y si se trata de porciones muy grandes de comida, debe distribuirse en porciones pequeñas para garantizar la adecuada conservación en el frío.

Tiempo al congelar y refrigerar

Una de las medidas importantes es que los alimentos crudos deben colocarse en la zona baja del refrigerador. Mientras que los que están listos para consumir o que no requieren cocción deben ir en la parte superior.

Con esa medida se evita la contaminación cruzada al derramarse fluidos en la comida lista. En la puerta de la refrigeradora hay la mayor cantidad de variaciones de temperatura por las veces que se abre y cierra.

Por lo tanto no es un lugar ideal para conservar la leche y productos lácteos. Pero sí es el lugar ideal para almacenar salsas, aderezos y mantequilla.