El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió cautela este martes después de que Reino Unido ante el marcado descenso del número de casos diarios de coronavirus, una disminución que ha sorprendido a funcionarios y expertos.
Las tasas de infección registradas en todo el Reino Unido han descendido durante siete días consecutivos, con 23.511 nuevos casos anunciados este martes, menos de la mitad de los 46.558 del martes pasado. Se trata del séptimo día consecutivo de caídas en los positivos.
El retroceso, tras semanas de tasas crecientes, coincidió con la eliminación, el 19 de julio, de casi todas las normas sobre la pandemia en Inglaterra, incluidos los requisitos legales de distanciamiento social con el uso de mascarilla en lugares públicos. Esto ha confundido al gobierno y a los científicos, que habían advertido previamente que los casos probablemente aumentarían a 100.000 al día en las próximas semanas tras la relajación de las restricciones.
Los expertos se han esforzado por explicar por qué las infecciones parecen haber disminuido tan drásticamente desde principios de la semana pasada.
El final del torneo de fútbol Eurocopa 2020 -al que se atribuyó el aumento de casos entre los hombres jóvenes que se reunían en bares y casas para ver los partidos-, así como las vacaciones escolares y la ola de calor (que favorece las reuniones en espacios abiertos), se han señalado como factores.
A pesar del cambio de tendencia, los ministros advierten que la situación a largo plazo sigue siendo incierta. Y si el análisis de las posibles causas es acertado, sería cuestión de tiempo un nuevo aumento, con el retorno a clases y un clima menos caluroso.
“He observado que, obviamente, llevamos seis días con algunas cifras mejores, pero es muy, muy importante que no nos permitamos sacar conclusiones prematuras sobre esto”, dijo Johnson durante una visita a una comisaría del sureste de Inglaterra. “La gente tiene que seguir siendo muy cautelosa y ese sigue siendo el enfoque del Gobierno”, añadió.
Johnson puso fin a 10 días de autoaislamiento a última hora del lunes, después de haber estado en estrecho contacto con el secretario de Sanidad, Sajid Javid, que dio positivo por Covid-19 a principios de este mes. El primer ministro argumentó que la exitosa campaña de vacunación británica -que ha vacunado al 70% de los adultos- permitía la relajación de las restricciones legales la semana pasada.
Se trata de la primera vez desde que estalló la pandemia en marzo de 2020 que el número de casos disminuye sin que haya sido como consecuencia de un confinamiento, lo que reflejaría también el impacto de la vacuna.
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Pero la relajación de medidas suscitó críticas generalizadas, con el temor de que el Servicio Nacional de Salud vuelva a estar sometido a una gran presión por el aumento del número de casos, aunque ahora mueran muchas menos personas a causa del COVID. En ese sentido, el descenso de contagios todavía no se ve reflejado en la curva de hospitalizaciones, que continúa en ligero aumento.
“El reciente descenso de los casos en Inglaterra es una gran noticia, pero también es desconcertante dado que se ha producido una relajación progresiva de las restricciones”, dijo Stephen Griffin, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Leeds. Pero, haciéndose eco de la llamada a la cautela de Johnson, añadió: “Me sorprendería que fuéramos a ver una continuación de este descenso”.
