El atentado terrorista por parte de una célula yihadistas inspirados en la ideología de Al Qaeda, colocó explosivos en varios puntos del sistema ferroviario de Madrid, el 4 de marzo del 2004.
En la mañana del 11 de marzo de 2004, cuatro trenes sufrieron explosiones en distintos lugares de Madrid mientras transportaban a cientos de personas hacia el centro de la ciudad durante el horario de mayor afluencia del servicio. Las escenas de numerosos cuerpos esparcidos en las vías del tren y los equipos de emergencia esforzándose por cuidar a la gran cantidad de heridos impactaron a toda la nación española y aún hoy perduran en la memoria colectiva de los ciudadanos españoles.
Un conjunto de bombas, instaladas por un grupo de yihadistas que se inspiraron en las comunicaciones de Al Qaeda, la organización encabezada por Osama Bin Laden, resultaron en la pérdida de 192 vidas y aproximadamente 2,000 personas heridas. Algunos de los perpetradores de los ataques optaron por suicidarse semanas más tarde en una vivienda en las afueras de Madrid, cuando se vieron acorralados por las fuerzas policiales. Los terroristas detonaron un explosivo, resultado de esto fue la muerte de ellos y de un agente de policía que participaba en el operativo de captura. Algunos individuos fueron arrestados y posteriormente recibirían condenas extensas de prisión.
En menos de tres años después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, que resultaron en el colapso de las Torres Gemelas de Nueva York, el extremismo islámico más violento evidenciaba su capacidad para generar terror en naciones occidentales.
Esta es la cronología del atentado:
Fueron cuatro los puntos del sistema ferroviario de Madrid atacados.
A las 7:37 de la mañana, se produjo la explosión de tres bombas en un tren ubicado en la estación principal de la ciudad, Atocha, causando la muerte de 34 personas. Un minuto después, dos bombas más estallaron en la estación de El Pozo, resultando en la muerte de 65 personas, mientras que otra bomba detonó en la estación de Santa Eugenia, dejando un saldo de 14 muertos.
Finalmente, a las 7:39 horas, cuatro bombas explotaron cerca de la calle Téllez, a una distancia de 500 metros de la estación de Atocha, ocasionando la muerte de 63 civiles. Adicionalmente, otras 16 personas fallecieron en diversos hospitales debido a las heridas sufridas.
Inmediatamente luego de lo sucedido, ciudadanos de Madrid tomaron la iniciativa de brindar asistencia a los sobrevivientes que emergían de los restos retorcidos de los vagones afectados por los ataques. Asimismo, las escenas de decenas de personas fallecidas en las vías conmocionaron a una sociedad que nunca antes había experimentado algo semejante.
