Un taxista fue detenido y confesó cuánto le pagaban por escopolaminar a personas que frecuentaban una zona rosa, al norte de Quito. 

Por 50 dólares, un taxista escopolaminaba a personas que salían de bares de una zona rosa, al norte de Quito. Así lo relató Franklin A., conductor de un taxi involucrado en delitos de robo y quien estaría detrás de la desaparición de Hernán Mendoza, quien salió de su casa el 26 de enero de 2024 y no volvió.

El detenido sería parte de una banda que operaba en el sector de la Pradera, hacia donde fue Mendoza y no volvió a su casa. Por el pago de 50 dólares, Franklin A, drogaba a los pasajeros de su taxi y los llevaba a cajeros automáticos. El pago al taxista lo hacia una banda que le proveía la escopolamina.

El conductor dijo a la Fiscalía que el 26 de enero subió a su taxi Hernán y su amigo. Los drogaron y luego intentaron sacar dinero de cajeros automático sin éxito. El taxista señaló que fue entonces cuando los abandonaron en el puente de Guápulo.

Este no era el primer caso, pues según la Policía la banda operaba desde hace un año abordando en el taxi a personas que salía de bares.