Los Centros Comerciales lucían vacíos, por lo que las ventas disminuyeron por las protestas, lideradas por el movimiento indígena.    

En el negocio de ropa de Ana Maris Revilla, ubicado en la calle Imbabura en el Centro Histórico, las ventas no cumplieron con las expectativas. Pese a las promociones y facilidades de pago, los consumidores no acuden al centro por temor. 

Por el paro, el Centro Histórico fue cercado, por lo que el flujo de visitantes cayó en los últimos días.   

Para Orlando Rosero, las ventas se ven afectadas por la situación económica y el paro nacional impide que los negocios se reactiven. 

Su local de zapatos deportivos se ha visto afectado porque ha tenido que subir los precios. “El costo de la materia prima subió de precio lo que representa mayor inversión y poca ganancia”.  

En calles aledañas a los Centros Comerciales del Ahorro, a diferencia de años anteriores, el movimiento en los locales bajó. 

Hugo Quiñonez explicó que espera recuperar las ventas este domingo por el Día del Padre, porque durante las protestas su local tuvo pérdidas de USD 2500.

Otro sector afectado es el de restaurantes y locales de comida.  No se han registrado ventas en toda la semana y han tenido cancelaciones de reservas, señala Diego Vivero, representante de la Agremiación de Restaurantes de Pichincha. Añade que, en general, en Quito todo el sector ha seguido trabajando, pero las ventas han disminuido en no menos del 50%.  

Para Vivero, además del paro ahora les afecta el estado de excepción, sobretodo el toque de queda, de 22:00 a 05:00.

El gremio solicitó al Ministerio de Turismo que está restricción no se extienda más allá de lo necesario. El decreto presidencial estableció la medida por 30 días. 

“El Estado tiene que ser consciente que nuestro negocio funciona en horas en las que las demás personas descansan. Cerrar a las 22:00 significa ya no tener gente en las noches”, menciona Vivero.  

Por su parte, Luis Eduardo Naranjo, jefe de análisis económico, comercio exterior y proyectos de la Cámara de Comercio de Quito, indica que el Día del Padre es muy importante para los locales comerciales (ropa y restaurantes, sobre todo). Esta fecha representa hasta 40% de las ventas del mes de junio.  

“Esta paralización está afectando a todos las personas que están intentado salir adelante con la venta de sus productos”, afirma Naranjo.

Si la situación se agrava y no hay libre circulación-agrega- los afectados directos serán los comercios, porque las personas prefieren no salir de sus casas y no comprar hasta ver qué sucede.