Ella se enteró del caso de Milos, un pequeño que requiere pagar la intervención en Estados Unidos. Con la intención de ayudar a los padres empezó la puja en 44 mil euros (más de 51 mil dólares) y rápidamente superó los 100 mil euros (más de 116 mil dólares).
“El valor real de una medalla siempre permanece en el corazón. La medalla es sólo un objeto, pero puede ser de gran valor para otros. Esta medalla de plata puede salvar vidas en lugar de acumular polvo en un armario”, señaló la atleta en una entrevista con la televisión polaca y que difundió ABC.
Historia con final feliz
La medalla de plata de Maria Andrejczyk fue comprada en la subasta por la marca Zabka Polska, pero la sorpresa fue mayor cuando la cadena de tiendas de alimentación se la devolvió.
“Nos conmovió mucho el gesto de nuestra atleta olímpica, por lo que decidimos apoyar la recaudación de fondos para Milos, pero también decidimos que la plata se quedara con Maria”, informó la cadena de supermercados en un mensaje en Twitter.
La historia de Milos tendrá un final feliz, pues se recaudó el dinero para su necesaria operación al corazón, pero Maria Andrejczyk también salió ganadora al conservar su presea y tener la gran satisfacción de haber ayudado a salvar la vida de un pequeño compatriota.