La divulgación de información confidencial sobre una investigación de narcotráfico, que vinculaba a la mafia albanesa.

La Fiscalía había cerrado sospechosamente la investigación basándose en un informe policial, lo que generó dudas sobre una posible intervención política para obstaculizar el avance de la indagación. A principios de febrero de 2024, las autoridades de Ecuador y España llevaron a cabo una operación conjunta contra la mafia albanesa, dirigida por Dritan Gjika, que operaba en Ecuador. Esta operación, conocida como “Operación Pampa”, confirmó la asociación entre Rubén Cherres (fallecido en marzo de 2023) y Gjika.

Fernando Villavicencio, entonces asambleísta y presidente del Frente Parlamentario Anticorrupción (FPA), fue asesinado en agosto de 2023, seis meses antes de que las autoridades confirmaran la veracidad de al menos la primera parte de su investigación sobre la mafia albanesa. Además de examinar las empresas utilizadas como fachada para el narcotráfico, Villavicencio y el FPA también exploraron las posibles conexiones criminales de esta organización, identificando una red criminal en Guayaquil liderada por Adolfo Macías, alias ‘Fito’, y Samir Maestre, alias ‘Samir’. ‘Fito’ es el líder de Los Choneros y, a finales de 2023, se confirmó que había escapado de la Cárcel Regional del Guayas, mientras que ‘Samir’ lideró la Mafia-18 hasta su muerte en octubre de 2023.

El informe de Villavicencio revela que ‘Samir’ controlaba el Puerto de Guayaquil y utilizaba empresarios del sector de exportación para transportar drogas en los contenedores proporcionados por ‘Fito’. Además, la investigación resalta que Dritan Gjika supervisaba la seguridad de la organización criminal junto con una oficial de policía conocida como ‘La Madrina’. Según el informe, ‘La Madrina’, identificada como Tannya Varela, quien ascendió a Comandante General de la Policía Nacional, se enfocaba en colocar a agentes de confianza en diferentes posiciones para facilitar el tráfico de drogas.