Empleados del AMT encuentran presuntamente implicados en una red de delincuencia organizada que también involucra a Abdalá Bucaram, su hijo Jacobo y otros.

En 2020, durante la pandemia de COVID-19, la Fiscalía informó que tres agentes de la AMT brindaron seguridad a dos ciudadanos israelíes que llegaron a Quito al inicio de la crisis sanitaria. Estos ciudadanos israelíes supuestamente se dedicaron a la compra y venta irregular de insumos médicos y pruebas de COVID-19. En 2021, la fiscal a cargo del caso reveló la existencia de videos que mostraban a los agentes escoltando a los empresarios por el carril preferencial de la Ecovía, utilizando recursos y uniformes de la AMT durante horas laborales y en dirección de norte a sur.

Según la hipótesis fiscal, el expresidente Abdalá Bucaram y su hijo Jacobo también están implicados en el caso. El 20 de febrero de 2024, estaba programado un juicio donde la Fiscalía presentaría una acusación formal contra los Bucaram y un agente de la AMT, aunque la audiencia se pospuso para las 08:54 del mismo día. En 2021, dos de los tres agentes optaron por un proceso abreviado y fueron condenados a cinco años de cárcel por delincuencia organizada.

Uno de los ciudadanos israelíes fue asesinado en la cárcel de Guayaquil, mientras que el otro está bajo protección de testigos.