Se observa que los militares de la OTAN se están preparando para una amenaza de guerra más significativa por parte de Rusia.

En enero de 2024, varios líderes militares de alto rango de la OTAN emitieron advertencias casi simultáneas, indicando que la alianza debe estar preparada para un posible conflicto con Rusia. El almirante neerlandés Rob Bauer, presidente del Comité Militar de la OTAN, enfatizó en una conferencia de prensa después de una reunión de dos días que no se puede dar por sentado que se vive en un período de paz.

En el marco del segundo aniversario de la guerra rusa contra Ucrania en febrero, el noruego Erik Kristoffersen expresó que hay una “ventana de oportunidad, que puede durar uno, dos o tres años, en la que debemos invertir aún más en una defensa segura”, según lo informado al diario noruego Dagbladet.

Los expertos interpretan este llamado de los militares como un mensaje a los políticos europeos para que reconsideren su estrategia en el conflicto con Rusia. La esperanza de poner fin rápidamente a la guerra en Ucrania mediante suministros de armas occidentales y sanciones contra Rusia no se ha materializado, según señala el experto en seguridad alemán Nico Lange en una entrevista con DW.

En este contexto, el poder de disuasión militar de la OTAN está directamente vinculado a los suministros a Ucrania. La Unión Europea se comprometió el año pasado a entregar un millón de proyectiles a Ucrania para el mes de marzo.