Había una prohibición sobre las piscinas en las calles. ¿De qué sirven las disposiciones si no hay control?, se preguntaba Carlos García tras recordar lo que ocurrió a lo largo de varias cuadras del suroeste de la ciudad, con hileras de piscinas armables colocadas en las calles. A decir del ciudadano, por su sector no se vio ese control que la Alcaldía anunció que ejercería para que no se obstaculicen las vías, durante el feriado de carnaval.

No obstante, la Dirección de Justicia y Vigilancia del Municipio de Guayaquil asegura    que los controles se realizaron a lo largo de toda la ciudad, con mayor énfasis en las zonas donde en años previos se ha detectado la presencia de las piscinas armables como son: Suburbio, Guasmo y Trinitaria.

De allí que, según sostuvo Xavier Narváez, director de esa área, de los controles realizados detectaron que 22 propietarios de predios incumplieron la disposición sobre no obstruir el tráfico vehicular. Ante ese incumplimiento, el Cabildo ha iniciado procesos sancionadores a cada uno de los propietarios, por obstrucción de la vía pública y cuya multa puede ser hasta de un salario básico.

Pero esa falta de control en el sector que menciona García, también la observó Juan Mera en el Guasmo, donde no pudo ingresar con el carro a su casa porque sus vecinos habían bloqueado las calles. “Estaban por todas las vías, los tres días y no había cómo protestar porque, para la mayoría esa es la regla y uno es el fastidioso”, señaló.

Pero dejar la piscina en las calles le costó a tres familias que habitan alrededor del conocido Batallón del Suburbio, donde los moradores mencionaron que se habían llevado los estanques durante la madrugada.

A la prohibición de colocar piscinas en las calles, la Alcaldía también advirtió a quienes sustrajeran agua. Según la concesionaria Interagua, hubo un incremento de 47.316,00 m3 por día, más de lo habitual (esto equivale al consumo de    548 litros de agua por segundo). Se constató que en la mayoría había conexiones irregulares (bypass en la red), retiro de medidores, uso de hidrantes contra incendios y hasta abrieron válvulas como lo que se evidenció en las calles Domingo Savio y Guerrero Valenzuela.

“Estas acciones ocasionaron daños en redes, guías y medidores manipulados arbitrariamente, además de pérdidas considerables de agua, bajas presiones en sectores como Mapasingue, Pancho Jácome, 9 de Enero, Flor de Bastión y en el sur de la ciudad”, dijo en un comunicado la entidad.