Los gastos vuelven a aparecer en sus presupuestos tras dos años de pandemia, aunque en el 2020, el primer año de las clases virtuales, ese desembolso se trasladó a la compra de laptops, cámaras, escritorios y otros implementos tecnológicos.
Quince libros, catorce cuadernos, mil hojas, cuatro carpetas. Son solo una parte de las dos listas de útiles escolares por las que la semana pasada Alejando Silva y su esposa, Leonela Maldonado, cancelaron $ 735. Estos materiales serán utilizados por sus hijos, de 13 y 16 años, en noveno año y segundo de bachillerato, a partir del próximo 6 de mayo.
El reencuentro de los padres de familia con las listas de libros también marca la reactivación de la industria papelera y editorial que -tras 24 meses con sus ventas de cuadernos y libros físicos desplomadas- buscan volver a los números de ventas del 2019.
En el caso de Papelesa, a inicios del 2020 su producción de cuadernos bordeaba los 50 millones de unidades al año, solo para el mercado ecuatoriano. José Mackliff, gerente de Marketing de la empresa, reconoció que durante la pandemia la demanda de sus productos disminuyó significativamente.
Sin embargo, el anuncio de la vuelta a clases presenciales se empezó a reflejar en un repunte en la demanda desde enero pasado y también en el movimiento de la fábrica, ubicada en el kilómetro 11,5 de la vía a Daule, de donde en estos días no dejan de salir camiones cargados con cientos de cajas de cuadernos y otros útiles escolares.
“Ya todas las cadenas distribuidoras están preparadas y abasteciéndose para atender en abril y mayo la demanda de útiles escolares; definitivamente es hora de volver a clases”, sostuvo expectante Mackliff, quien recordó que Papelesa no solo abastece al Ecuador, sino a quince países en el continente americano, por lo que el cierre de las escuelas a nivel mundial afectó a toda su cadena productiva.
Este regreso a clases presenciales también es visto por las cadenas de retail como la oportunidad de regresar a su nivel de ventas de antes de la pandemia.
Enrique León, gerente comercial y de Marketing de Juan Marcet, cadena que tiene 20 tiendas a nivel nacional, 15 de ellas en modalidad de regreso a clases por estar ubicadas en la región Costa, calificó la pandemia, sobre todo el inicio en el 2020, como “fatídica” para la empresa, pues recordó que el confinamiento fue decretado dos semanas antes del inicio de clases de esa época.
“Nos quedamos con la fiesta armada, esos primeros meses de encierro fueron durísimos para los negocios en general, y los padres de familia no tenían en la cabeza comprar lista de útiles”, expresó León, quien señaló que su facturación regular se desplomó en el 2020 casi el 100 % y en el 2021, aunque mejoró, cerró con un 20 % menos que lo facturado en el 2019.
León, quien espera que las ventas de útiles escolares se dispare a finales de este mes de abril, aseguró que la empresa proyecta un incremento respecto a las ventas del 2020 y 2021; y buscan llegar a ingresos similares a los del 2019. Resaltó el esfuerzo de los proveedores que buscan innovar con las licencias de las más recientes películas de Marvel, DC Comics o Disney para enganchar a la demanda.
En este segmento, por ejemplo, Mackliff resaltó que Papelesa sumó para este 2022 al portafolio marcas de cine y televisión como la película animada de Disney ganadora del Óscar, Encanto, el estreno de Marvel, Spiderman: y otras marcas como los Eternals y Red, estrenada por Disney Plus.
Según cifras del Banco Central del Ecuador, en lo que va del 2022 ya se han importado $ 813.378 en valores FOB de cuadernos. Mientras, que en todo el 2021 se importó $ 637.013 y en el 2020, año pico de la pandemia, la cifra solo superó apenas los $ 64.000.
En tanto, la industria editorial también tiene grandes expectativas para este 2022.
Santillana, que a mediados del 2021 ya contaba con más de 400 instituciones educativas que utilizaban sus textos y plataformas, busca este año incrementar esas cifras, además de volver a colocar una gran oferta de textos físicos, aunque sin dejar de lado las plataformas.
Esto se refleja en las listas de libros que los padres adquieren en las oficinas de la empresa, en Urdesa, en el norte de Guayaquil, hasta donde Silva llegó a retirar los libros para sus hijos.
“Aparte de los once libros de Santillana, viene el acceso a la plataforma Estela y una llave digital”, mencionó el padre de familia, quien aseguró que, hasta el 2019, sus hijos utilizaban libros de otra editorial.
De las ventas realizadas, el 65 % respondió a sistemas de enseñanza y 35 % a textos”, especificó la empresa, que agregó que en el 2021 hubo un crecimiento del 50 %, convirtiéndolos en una empresa de sistemas de enseñanza con el 70 % de sus ingresos en esa línea y apenas el 30 % de textos.
Los sistemas de enseñanza Santillana Compartir y Richmond Solution en el área de inglés incluyen diagnósticos, evaluación, metodologías STEM y blended learning, asesoría pedagógica y tecnológica, preparación para exámenes, desarrollo de habilidades y tutoriales para estudio en casa.
