Pese a estar en medio de la quinta ola de la pandemia con ómicron, Austria mantiene sus planes de volver a las clases presenciales el lunes próximo (10 de enero de 2022) tras las vacaciones, con tres test de COVID-19 obligatorios por semana por alumno y profesor, dos de ellos PCR.
La directora general de Salud Pública de Austria, Katharina Reich, dijo este viernes (7 de enero) en declaraciones a la radio pública ORF que cerrar los colegios será la «última medida» que se tomará aunque tampoco la pudo descartar.
«Solo podemos actuar a corto plazo», reconoció la alta funcionaria, que preside la comisión nacional de expertos que asesora al Gobierno conservador ecologista en Viena en la gestión de la pandemia del coronavirus.
Cerca de un 85% de los profesores se han vacunado con la pauta completa contra el coronavirus.
Mientras, entre los menores de 12 a 17 años la cuota de inmunización, o sea, vacunados con pauta completa o curados, era del 55% a finales de diciembre.
Tanto alumnos como profesores deberán llevar siempre una mascarilla FFP2 en las aulas y en los pasillos de los centros educativos.
Como medida adicional de precaución, el Gobierno austríaco pidió esta semana a los padres que sometan a sus hijos este domingo (9 de enero) a una prueba PCR para llegar al colegio con un resultado negativo al día siguiente (10 de enero).
Los test PCR son gratuitos en Austria, sin límite en cuanto a la cantidad semanal para cada residente.
La incidencia de contagio con el coronavirus se encontraba este jueves en Austria en 432 casos por 100.000 habitantes en siete días, con una fuerte tendencia al alza debido a ómicron.
Este viernes, las autoridades registraron 8.786 nuevos casos en las últimas 24 horas, casi tres veces más que al inicio de la semana, aunque menos que el miércoles cuando se llegó a cerca de 10.000 infecciones en un solo día.
Al mismo tiempo, la presión hospitalaria se encuentra a la baja, como resultado de un confinamiento general impuesto entre el 22 de noviembre y el 11 de diciembre pasado.
En estos momentos hay 929 personas ingresadas por complicaciones con el coronavirus, de ellas 278 en cuidados intensivos, menos de la mitad de lo que llegó a soportar el sistema de salud austríaco en noviembre pasado.
