Este martes 19 de marzo de 2024 se produjo un enfrentamiento entre campesinos y miembros de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.
En la parroquia de Palo Quemado, ubicada en la provincia de Cotopaxi, se ha registrado un día de disturbios debido a la oposición a la implementación de un proyecto minero por parte de una empresa canadiense. En este contexto, se ha dado un enfrentamiento entre campesinos y fuerzas del orden, incluyendo miembros de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, este martes 19 de marzo de 2024.
🔴#URGENTE | Inicia la represión militar y policial en Palo Quemado, #Cotopaxi, contra campesinos por el único delito de proteger su territorio de la invasión de la minera canadiense @AticoAty. La megaminería vuelve a imponerse a sangre y fuego en Ecuador gracias a @DanielNoboaOk pic.twitter.com/7T3MYZHMit
— Frente Nacional Antiminero (@FNAntiminero) March 19, 2024
La llegada de la Policía y las Fuerzas Armadas había causado una situación tensa en las últimas horas, y grupos sociales habían señalado la posibilidad de una “represión” durante las protestas contra la actividad minera en la región.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), a través de sus redes sociales, realizó una denuncia pública indicando lo siguiente : “Denunciamos la fuerte represión militar y policial que se inició en Palo Quemado, Cotopaxi. Esta acción se dirige contra familias campesinas y comuneros que mantienen la defensa de su territorio frente a la invasión de la minera canadiense Atico Mining Corp”.
De forma simultánea el Frente Nacional Antiminero denunció una “represión militar y policial» en la zona de Palo Quemado y pidió un alto al fuego . En su cuenta en la red social “X” (antes Twitter), detallaron que “cientos de policías avanzan por los caminos de Palo Quemado abriéndose camino con disparos a campesinas y campesinos, que defienden su territorio”.
Además, compartieron otro vídeo que exhibía a un primer comunero herido por una bala en medio de los enfrentamientos. El Frente Antiminero comentó: “El extractivismo vuelve a regar la tierra con sangre campesina”.