Padres de niños con cáncer protestan en los exteriores del hospital Francisco Icaza Bustamante debido a que los envían a Solca por falta de medicamentos. “Ella es mi hija y por ella estoy dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias. Si tengo que ir a Quito a exigir su medicina, estoy dispuesta. Pero es la vida de mi hija; tiene 12 años”, dice una madre, llorando, mientras enseña en su teléfono celular la fotografía de la pequeña.
Mediante un video publicado en las redes sociales de la Asociación de Padres de Niños y Adolescentes con Cáncer (Apnacc). Su presidente, Francisco Palacios, asegura que la falta de medicamentos ha retrasado tratamientos y, en algunos casos, ha causado retrocesos en la recuperación.
“Estamos viendo cómo se apagan las vidas de los niños. Están luchando contra el cáncer y no hay medicamentos, los esenciales, los básicos, los elementales. Son irreemplazables y no nos dan solución”, dijo Palacios al dirigirse al presidente Lasso.
La pandemia por covid 19 y el aumento de nuevos casos en las últimas semanas ha causado complicaciones en el tratamiento de enfermedades catastróficas, huérfanas y raras. Algunos hospitales han reprogramado la atención para evitar aglomeraciones y prevenir contagios.
Según el hospital pediátrico Francisco de Icaza Bustamante en un comunicado indicó que “constantemente adquiere medicamentos, dispositivos e insumos para tratar las diferentes enfermedades, entre ellas, las oncológicas”, pero no han recibido esta semana el abastecimiento debido.
La casa de salud del Ministerio de Salud en Guayaquil atiende a cerca de 350 pacientes oncológicos. Sin embargo, algunas familias pasan semanas buscando fármacos por su cuenta. Glenda es parte de Apnacc. Su hijo de 6 años lucha contra una leucemia linfoblástica aguda que estaba a punto de vencer. Pero asegura que los atrasos en su tratamiento por falta del fármaco vincristina, se lo han impedido.
“Tuvo una recaída por la falta de esa medicina. Es una desesperación porque no la encontramos en ningún lado. Mientras las autoridades se preocupan de publicar cosas, como que ganó Barcelona, nuestros niños están muriendo”, reclamó esta madre a través de un video colgado en el perfil de Facebook de la asociación.
La coordinación zonal 8 de Salud detalla en el comunicado del Francisco de Icaza que existe un proceso interno para tramitar la adquisición, en caso de requerir un medicamento o insumo específico para tratar la enfermedad.
Para Glenda, el tiempo sigue corriendo. Después de tres años de diagnóstico, su pequeño ha vuelto a ciclos de quimioterapia. “Me dice que quiere ser ingeniero para hacerme una casa. Y es un dolor frustrante para mí, como madre, escucharlo hablar. Su tratamiento se atrasa cada vez más porque no hay medicinas.