En promedio, los ecuatorianos participan en elecciones cada año y medio, lo que representa un costo significativo para el Estado.
Los últimos seis procesos electorales organizados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) han representado un gasto de más de $400 millones para el país. A pesar de que los ecuatorianos suelen votar en elecciones generales y seccionales cada dos años, en los últimos meses han sido convocados a procesos extraordinarios y consultas populares no previstos.
Para las elecciones seccionales de marzo de 2019, en las que el CNE organizó un proceso regular para elegir 11.059 dignidades, incluyendo prefectos, viceprefectos, alcaldes, concejales urbanos y rurales, vocales de juntas parroquiales y vocales del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), se necesitó un presupuesto de $99,3 millones. En 2021, se llevaron a cabo elecciones presidenciales y legislativas que resultaron en la victoria electoral del presidente Guillermo Lasso (CREO). Para este proceso, el CNE solicitó a la Cartera de Finanzas un monto de $114.317.185, de los cuales $91,8 millones fueron destinados para la primera vuelta y $22,4 millones para la segunda.
En febrero de 2023, se convocaron elecciones seccionales que tuvieron un costo de $97 millones para el país. Además, se llevó a cabo una consulta popular propuesta por el Gobierno de Lasso, que requería $20 millones adicionales. En agosto de 2023, el Consejo Nacional Electoral organizó elecciones presidenciales y legislativas anticipadas tras la muerte cruzada. En la primera vuelta, el binomio ganador fue Daniel Noboa-Verónica Abad (ADN). El costo total para la organización de este proceso fue de $79.940.920, de los cuales $48.317.814 se destinaron a la primera vuelta y $31.623.105 a la segunda vuelta.