Este jueves se cumple 11 días de movilizaciones, los intentos de la última semana de la organización por trasladar la protesta a las ciudades y, en especial, a Quito, aumentó el nivel de confrontación entre los manifestantes indígenas, quienes los apoyan en las urbes y las fuerzas policiales y militares.
Con la muerte el martes 21 de junio de un comunero indígena en Puyo (Pastaza), suman tres los fallecidos en el contexto de las protestas.
Entre tanto, se acumulan las pérdidas económicas debido a la paralización tanto en los sectores productivos como los dedicados a brindar servicios.
Y ante esto, gran parte de la ciudadanía pide que se abran nexos de comunicación y diálogo entre el Gobierno y los indígenas para lograr acuerdos y la solución al conflicto. Solo así ganará el país.
No más conflicto del pueblo contra el pueblo, la conciencia de los líderes debe ser la paz para una nación en democracia y no en egoísmo de pugnas de poder.