En medio de graves señalamientos contra las principales redes sociales por sus efectos nocivos para la estabilidad emocional de los adolescentes, una destacada noticia demuestra que, aún con todo, parece que estas plataformas conservan cierto grado de la ‘interconexión saludable’ que han profesado desde su irrupción.
En Laurel Hill, una municipalidad estadounidense de no más de 2.000 habitantes, el contenido que circula por TikTok, red que tiene más de mil millones de usuarios, fue crucial para terminar con el suplicio de una menor de 16 años que había sido raptada por un hombre de 61 años.
Según dio a conocer la oficina policial del condado de Laurel, el secuestrador de la menor fue capturado el viernes pasado gracias al gesto viral que la adolescente venía haciendo en el vehículo en el que el sujeto la transportaba en contra de su voluntad a lo largo de los estados de Ohio, Kentucky y Tennessee.
Un conductor que iba detrás del automóvil en el cual circulaban el victimario y la víctima alcanzó a ver por una de las ventanas cómo la menor abría su mano, guardaba el pulgar y luego cerraba el puño.
Esa seña, que a simple vista no resultaría muy escandalosa, representa desde hace algunos meses un signo de alerta para que las mujeres que sufren violencia de género puedan reportar agresiones.
Así lo percibió el sujeto que, tras identificar el aviso, decidió perseguir el carro y llamar a la Policía.
Su reporte permitió que las autoridades capturaran al secuestrador que, además, fue encontrado con material de abuso sexual infantil en su celular.