El director del COE Nacional, Juan Zapata, fue consultado al respecto durante una rueda de prensa virtual ofrecida al mediodía de este viernes 7 de enero en Quito, tras la plenaria de la entidad donde se tomó la decisión de suspender las clases presenciales en el país durante una semana, del 10 al 16 de enero.
El COE Nacional descartó por ahora solicitar un estado de excepción como pidió el COE Cantonal de Guayaquil, ante el incremento exponencial de casos de infectados de COVID-19, atribuido a la presencia de la variante ómicron del virus causante de la enfermedad.
Zapata dijo no haber leído la resolución del COE Cantonal por haber estado en la plenaria del COE Nacional, pero recordó que quien puede tomar esa decisión es el Presidente de la República, sobre la base de un informe epidemiológico que sustente su necesidad. Algo que, a criterio de la entidad, no ha ocurrido.
«Es de riesgo, pero no estamos en una situación para un estado excepción y eso es gracias a la vacunación», señaló Zapata, aunque reconoció que hay que seguir cuidándose y que «estamos en una semana muy conflictiva» por el aumento de contagiados. Recordó que el presidente Guillermo Lasso ha descartado un nuevo confinamiento.
Las entidades también difieren en las cifras, pues el Ministerio de Salud señaló que en la última semana solo se habían producido siete decesos confirmados por COVID-19, a pesar del incremento exponencial de nuevos casos positivos.
«Habría que preguntar cuál es el cálculo que hicieron en el Municipio de Guayaquil para sacar esta cifra de 5 fallecidos diarios» dijo por su parte la ministra de Salud, Ximena Garzón, quien acotó que es esta entidad la que recolecta los datos oficiales. Ella defiende que la cifra de fallecidos sigue siendo baja, gracias a que la mayor parte de la población está vacunada.
No obstante, en cuanto al número de nuevos infectados, la autoridad de Salud reiteró que estamos en una situación parecida a la de las peores fases de la pandemia, que mientras en la última semana del año hubo 7.234 nuevos casos, en la primera de enero se prevé que superen los 10.000. «Y la próxima semana será peor», advirtió,
Garzón coincidió en que existe un nuevo aumento de la tasa de exceso de fallecidos, es decir, mas decesos de los esperados para estas fechas, pero recordó que esto suele suceder en diciembre y que en ese indicador se mezclan las muertes por todas las causas y no solamente por COVID-19.
