El punto crucial para el monitoreo del Fenómeno de El Niño será Junio. Por eso las agencias climatológicas del mundo miden su evolución bajo cinco indicadores que determinarán su impacto. Evolución del Fenómeno de El Niño.
Ecuador sigue el desarrollo de este evento, porque 65% de 221 cantones es vulnerable a sus efectos.
La temperatura es uno de los principales indicadores. El Niño se caracteriza por inyectar aguas más cálidas de lo usual en el Pacífico y de ese factor dependerán otros parámetros como los nutrientes del agua, la cantidad de microorganismos, hasta los peces.
Otra señal determinante es dónde se desarrolla. El centro del Pacífico es conocido como la región 3.4 y la evolución del Fenómeno de El Niño en esta zona está asociada a afectaciones más globales.
Mientras que la región 1+2 es más cercana a la costa de Sudamérica y suele causar un mayor impacto en Perú y Ecuador.
La Secretaría de Gestión de Riesgos declaró la alerta amarilla en 143 cantones de 17 provincias ecuatorianas por la posible ocurrencia de El Niño.
Una alianza regional
Perú, Ecuador, Chile y Colombia integran la Comisión Permanente del Pacífico Sur (CPPS). Su reunión más reciente fue en Bogotá, la semana pasada, donde acordaron hacer cruceros simultáneos de investigación.
“Los cruceros del Estudio Regional del Fenómeno de El Niño (Erfen) se realizarán en los cuatro países. Hemos hecho los ajustes y la planeación para zarpar entre septiembre y octubre”, explicó el capitán Alexis Grattz, director del Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Pacífico, de la Marina colombiana.
La finalidad es intercambiar datos oceanográficos y meteorológicos. La información recolectada en los cruceros luego será procesada y permitirá conocer las condiciones actualizadas del Pacífico.
Altas temperaturas, señal del Fenómeno de El Niño
La temperatura superficial del mar es el principal indicador de evolución de El Niño. En los cruceros científicos, expertos emplean termómetros y sondeos automáticos para monitorear este parámetro hasta 100 metros de profundidad.
Las anomalías positivas o aguas más cálidas son señal de El Niño. El informe más reciente de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) registra 0,4°C por encima de lo habitual en la región 3.4 del Pacífico y hasta 2.7°C por encima de lo normal en la zona 1+2, frente a las costas sudamericanas.
“Los pronósticos más recientes del Instituto Internacional de Investigación (IRI, por sus siglas en inglés) indican que es probable que El Niño se forme durante la temporada mayo-julio y que persista hasta el invierno”, cita el reporte de la NOAA del 11 de mayo del 2023.
Los datos coinciden con el informe del Comité Erfen de Ecuador. A inicios de este mes se informó que la mayor elevación de la temperatura superficial del mar se concentra en la costa sur del país y norte del Perú “con valores que superan los 4°C”.
Por eso los mapas marcan una mancha rojiza y oscura frente a las costas ecuatorianas. Frente a Salinas hay reportes cercanos a los 28°C, que demuestran una elevación para esta época de transición entre la estación lluviosa y la seca.
Los nutrientes del agua dicen mucho
Es una reacción en cadena. La temperatura superficial del mar incide en los demás indicadores de monitoreo de El Niño, entre ellos los nutrientes del agua.
Cada mes, científicos del Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada (Inocar) realizan cruceros para analizar este y otros parámetros. Lo hacen con botellas especiales que son lanzadas a diferentes profundidades, 10 millas frente a las costas de Esmeraldas, Manta, La Libertad y Puerto Bolívar.
Las muestras son segmentadas en pequeños envases para detectar las concentraciones de nitratos, fosfatos y silicatos. Estos nutrientes tienden a disminuir cuando las aguas son más cálidas. Ese descenso marca una serie de efectos en la cadena biológica.
El oxígeno disuelto es otra medición. Para identificarlo aplican sustancias fijadoras, que marcarán una coloración intensa si el agua está bien oxigenada; por el contrario, si la concentración es menor la coloración será tenue.
El último boletín Erfen reportó una menor concentración de estos componentes en superficie, en relación al promedio de abril. El oxígeno tuvo valores cercanos al promedio, excepto en Esmeraldas donde el resultado fue menor.
El plancton y los peces dan señales
Los mercados de mariscos funcionan como un termómetro. Su oferta depende de la temporada y cuando las aguas son más cálidas abundan las especies que mejor se adaptan a esas condiciones, como el dorado y el picudo. Los peces de aguas más frías (como anchoveta y otros pelágicos pequeños) se profundizan o migran.
Estos son indicadores biológicos de El Niño. Técnicos del Inocar evalúan en sus laboratorios distintos tipos de plancton, organismos microscópicos que lanzan alertas según su cantidad.
Al igual que con los nutrientes del agua, las especies de fitoplancton y zooplancton disminuyen cuando la temperatura del mar aumenta. Zonas como Esmeraldas registraron un descenso de estos microorganismos en abril, según el reporte del Erfen. Pero en Puerto López (Manabí) detectaron mayor cantidad de huevos de anchoveta.
Alertas según zonas del Pacífico
El Pacífico ecuatorial es el área de incubación de El Niño. Esta gran franja que se extiende de Australia a Sudamérica está dividida en cuatro regiones para su monitoreo.
La región 1+2 es la más cercana a la costa sudamericana. El último informe Erfen indica que se mantiene activo el sistema de alerta ante un posible ‘Niño costero’ de incidencia moderada, entre junio y agosto. La posibilidad hasta el cierre de abril era del 54%.
El reporte del 11 de mayo de la NOAA advierte una transición de una fase neutral al desarrollo de El Niño. Y da proyecciones según el incremento de temperatura (de hasta 1.5°C) en la región 3.4, en el centro del Pacífico.
“Aunque se espera al menos un evento El Niño débil, el rango de posibilidades de un evento moderado es de un 80% a finales del año (noviembre-enero)”, explica la NOAA. Y hay un 55% de probabilidad de un evento fuerte.