Olas de calor oceánicas o pérdida de hielo, serán «prácticamente seguros» a medida que el planeta se calienta por la crisis climática, señala un estudio de la Universidad de Exeter (Inglaterra) publicado en la revista Frontiers in Environmental Science. Eventos extremos en Antártida.

Científicos de esa prestigiosa institución académica advierten de que los recientes casos extremos en el continente helado pueden ser la punta del iceberg de lo que ocurrirá en el futuro.
Al hacer la investigación, se ha revisado la evidencia de eventos extremos en la Antártida y el Océano Austral, incluido el clima, el hielo marino, las temperaturas del océano, las plataformas de hielo y la biodiversidad en la tierra y el mar.
Así, los expertos han concluido que los entornos frágiles de la Antártida «bien pueden estar sujetos a estrés y daños considerables en los próximos años y décadas», por lo que piden una acción política urgente para protegerlos.
«El cambio antártico tiene implicaciones globales», dijo el autor principal, Martin Siegert, de la Universidad de Exeter.
«Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero neto es nuestra mejor esperanza para preservar la Antártida, y esto debe ser importante para todos los países e individuos», añadió.
Según el estudio, la capa mínima de hielo del continente en verano, que el año pasado se situó por debajo de los 2 millones de kilómetros cuadrados (772.000 millas cuadradas) por primera vez desde que comenzó el seguimiento por satélite en 1978, volvió a caer en febrero hasta alcanzar un nuevo mínimo.
«Van a pasar décadas, si no siglos, hasta que estas cosas se recuperen. No hay una solución rápida para reemplazar este hielo», dijo Caroline Holmes, científica del clima polar del British Antarctic Survey y una de las coautoras del estudio.
«Llevará mucho tiempo, aunque sea posible», declaró en una reunión informativa con periodistas.