En Cotopaxi, ciudadanos y autoridades trabajan juntos para rehabilitar el pueblo de Pucayacu. La creciente del río afectó a esta parroquia del cantón La Maná hace una semana.
“Hasta los policías están, pala en mano, limpiando”, dijo Naldo Noboa, habitante del lugar. El trabajo conjunto ha permitido devolver la energía eléctrica al poblado, el agua potable y el Internet, que es vital ya que al sector no llega la señal de telefonía celular.
“Estamos rogando que no vuelva a llover tan fuerte, para no pasar lo que pasamos hace una semana”, señaló Noboa. Así recordó el desbordamiento del río que destruyó nueve puentes, afectó cultivos y mató animales de la zona.
La realidad es diferente en El Palmar, parroquia de Pujilí, que a casi una semana de haber sido afectada por el desbordamiento del río permanece sin energía eléctrica.
Según el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Atención de Emergencias (Sngre), se encuentra destruida el “100 por ciento de la red eléctrica” de esta población.
Trabajadores de la empresa eléctrica fueron transportados por helicópteros de las Fuerzas Armadas para que comiencen con las obras de rehabilitación de la infraestructura, con la intención de que el servicio vuelva a El Palmar.
En Guasaganda, que también pertenece a La Maná, existen 63 familias afectadas. En el lugar se registraron 324 hectáreas de cultivos y 548 animales de granja afectados. También se reporta la muerte de 142 animales de granja.
Los organismos estatales organizaron un vuelo con las Fuerzas Armadas para entregar asistencia humanitaria en las poblaciones más afectadas por la lluvia.
Casa colapsa en Babahoyo
Una familia de ocho personas perdió su vivienda en Babahoyo, provincia de Los Ríos; sector Jorge Yúnez 2. Los damnificados fueron asistidos por rescatistas, los que ayudaron en su evacuación.
Pero ese no fue el único daño en la provincia . En Quevedo, 30 personas, miembros de 10 familias, permanecen en casas de acogida, debido al desbordamiento del río del mismo nombre.
Inicialmente eran 100 las familias perjudicadas por el temporal, pero han retornado paulatinamente a sus hogares.
La población del recinto 6 de Agosto en Valencia perdió el puente de acceso, debido al desbordamiento del río, lo que perjudicó además a una vivienda.
Daños en Guayas
Naranjal, cantón ubicado al suroeste de Guayas, amaneció con varias calles y viviendas de la cabecera cantonal inundadas. Las lluvias duraron toda la noche.
Tras un recorrido de las autoridades locales y los cuerpos de socorro, se comprobó que el agua bajaba de manera natural al cesar las precipitaciones.
Mientras tanto, al sur de la provincia, las autoridades de Balao realizaron mingas para limpiar la ciudad de la inundación que se registró el fin de semana. Debido al desbordamiento del río Balao, la cabecera cantonal se llenó de agua en las vías y casas.
En el lugar fueron afectadas 500 familias, 2 000 personas perdieron sus bienes materiales y requieren de ayuda. “Es algo que no pasaba en 23 años”, sostuvo Pablo Arosemena, gobernador del Guayas.
A 42 kilómetros al norte de Guayaquil, en Salitre, la rotura de un muro de contención provocó el desbordamiento del río, perjudicando a 50 casas.
Hasta la tarde de ayer, 70 familias han requerido atención por parte de los organismos de socorro, pero el número podría aumentar.
