Días de sol y calor suelen estar relacionadas con vacaciones y diversión, sin embargo, en temporadas de altas temperaturas vienen acompañadas de ciertas alteraciones propias del verano, como: deshidratación, quemaduras solares, alergias, catarros o resfriados comunes, incluso, problemas gastrointestinales. Enfermedades de verano.
Para Carolina Ortiz, madre de familia, una de sus preocupaciones es que este tipo de condiciones provoque alguna enfermedad o problemas en la salud de sus hijos. “Durante la época de vacaciones mis cuatro hijos salen más, se exponen al sol, la lluvia y me gustaría protegerlos”.
Mientras que Alex García, padre de una niña de 7 años, indicó que los cambios de clima, sobre todo la presencia del sol y las alertas de radiación, son lo que más le preocupan. “Mi hija saldrá a unos cursos en parques que tenemos cerca y no sé si sólo el bloqueador es suficiente”, advirtió.
Al respecto, María José Martínez, médico de primer nivel de atención del Ministerio de Salud, compartió con este medio algunas recomendaciones para prevenir afectaciones en nuestra salud, en especial la de los más pequeños del hogar:
-Protegerse del sol: el calor la deshidrata haciendo que pierda elasticidad y el sudor la hace más propensa a las infecciones, por ello usar bloqueador solar cada 3 horas, utilizar prendas claras para evitar la sudoración y a su vez prevenir una deshidratación.
-Cuidarse de los resfriados de verano: los resfriados comunes en su mayoría se ven asociados al uso de ventiladores, aire acondicionado, sobre todo, en la zona del litoral ecuatoriano. Es importante primero tener una valoración médica, para descartar algún problema de tipo bacteriano, pero en época de verano es muy común contagiarse de procesos virales, en este punto se trata solamente la sintomatología, como la congestión nasal y la fiebre.
-Protegerse de las alergias: existen personas propensas a tener erupciones cutáneas asociadas al polen, acompañado de congestión nasal o laringitis, en su mayoría pueden ser tratadas con antialérgicos y descongestionantes.
-Mejorar la hidratación: los golpes de calor no perdonan, y la única manera de evitarlos es mantenerse bien hidratados, a donde vayas cargar una botella de agua o sueros orales. “No hay que esperar a tener sed”, resaltó Martínez.
-Comer sano: en lo menos posible tratar de comer en la calle, porque pueden causar diarreas que desencadenan a una deshidratación. No caigas en este error y mantén una dieta equilibrada, consume frutas y verduras debidamente desinfectadas.
Finalmente, la doctora Martínez insistió que, independientemente de la época, debemos mantener una buena alimentación, realizar actividad física que ayuda a mejorar el sistema inmunológico. Esto último es fundamental para prevenir enfermedades y en caso de padecer alguna afección que esta no tenga períodos largos de duración.