No hay nada que recuperar, pero entre el dolor por la desgracia y el riego, sus propietarios se aferran a conseguir algunos enseres. Más de seis casas fueron aplastadas por piedras y lodo en las zonas de Marianza y Gulag, al occidente de Cuenca.

La pequeña vivienda de Wilmer Solís estaba junto a la escuela de la comunidad de Marianza, en la parroquia Sayausí, al este de Cuenca. Minutos antes de la tragedia, que empezó a las 15:30 del domingo 29 de marzo de 2022, él observaba un partido de ecuavóley en la cancha aledaña.

Llovía fuerte y de pronto escuchó un ruido extraño. Observó cómo la montaña se venía abajo levantando una especie de humo. “Corrí veloz hacia la casa, saqué a los cuatro guaguas (niños) y corrimos. Nos salvamos de milagro”.

Su hogar y la escuela quedaron enterradas y solo se quedan unas viejas hojas de zinc y cerca de allí algunas carrocerías de los vehículos aplastados. No todos tuvieron la suerte de salvarse. Hasta la tarde de ayer se rescató -entre los escombros- los cuerpos de tres hombres de 20, 24 y 48 años, y una adulta mayor. El presidente de la Junta Parroquial de Sayausí, Martín Lucero, no descartó más víctimas.

En Marianza y Gulag hubo más de 12 heridos, de los cuales dos se recuperan en casas de salud. Además, hay 20 inmuebles parcialmente afectados.

Asimismo, entre los dos poblados hubo tres aludes de magnitud que acarrearon unos 40 000 metros cúbicos de material hacia la vía principal Cuenca-Molleturo, que une Azuay con Guayas. El paso permanece interrumpido.

El lunes 28 de marzo de 2022 el vicepresidente de la República, Alfredo Borrero, y el titular del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, Marcelo Cabrera, visitaron las zonas damnificadas por la tragedia. “Hay que extremar las medidas para recuperar la conectividad”, dijo Cabrera.

Para habilitar un paso vehicular necesitan unos cuatro días y dos semanas para dejar totalmente expedito el tránsito, siempre y cuando no esté destruida la calzada por el material, aseguró el Ministro.

Además, cuatro sistemas de agua potable fueron afectados y unos 250 000 habitantes de la capital azuaya se quedaron varias horas sin el suministro. Por esta razón, más de 30 planteles educativos públicos de la ciudad suspendieron ayer sus clases.

El Municipio de Cuenca declaró en emergencia a las dos zonas afectadas para comprometer los recursos necesarios para la remediación. Cabrera también aseguró que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas tenía previsto actuar bajo la figura legal.

“Necesitamos ayuda urgente”, dijo Carmen Contreras. Ella relató que fueron dos horas de continuas lluvias cuando empezó a ingresar agua y lodo a la vivienda de su suegro. Allí también vivía ella con su esposo y su hija, menor de edad.

Cuando las cuatro personas intentaron salir se vieron atrapadas en medio del agua y el lodo que bajaban con fuerza de la quebrada Río Negro, ubicada en la parte alta. “Ya no pudimos correr. Con mi hija, el agua nos arrastró y nos agarramos de los escombros”, relató.

Sus vecinos les ayudaron a salir “y gracias a Dios estamos vivos, aunque de la vivienda no quedó nada”, se lamentó Contreras, entre lágrimas.

En Cuenca hay solidaridad y colaboración. Ayer, las parroquias rurales, el Municipio y la Universidad de Cuenca se unieron en una cruzada para habilitar puntos de donación de alimentos, vituallas, ropa y medicinas.

El Municipio también cuenta con dos albergues para acoger -de forma provisional- a las familias que no tengan a dónde ir. El primero está en la antigua oficina de Acción Social, en San Roque, y el segundo en el Centro del Adulto Mayor, en el sector del Circo Social.

Las decisiones del COE

Unas 500 personas de las distintas instituciones y 30 máquinas pesadas trabajan en la evacuación de los escombros. La declaratoria de emergencia del Municipio regirá por 30 días entre los sectores de Gulag y Marianza.

Además, dispone que todas las entidades municipales y las empresas públicas, dentro de sus competencias, procedan con las acciones y contrataciones que fueren del caso para mitigar, prevenir, colaborar, coordinar y ejecutar acciones de respuesta.

Pero los compromisos presupuestarios deberán estar debidamente respaldados a través de las certificaciones presupuestarias, con las cuales deberá contarse ineludiblemente en cada caso.

El Comité de Operaciones de Emergencia de Azuay tenía previsto reunirse la tarde de ayer para coordinar las tareas de apoyo.