Ambos registrados en la provincia de Paktika, donde hace apenas un mes un devastador seísmo causó más de un millar de muertes e hirió a más de 1 500. Este martes 19 de julio de 2022, al menos 31 personas resultaron heridas por los movimientos telúricos en el este de Afganistán en las últimas 24 horas, le contamos los detalles.
«Como resultado de estos dos terremotos, 18 personas, incluidos mujeres y niños, resultaron heridas en el distrito de Gayan y 13 personas (resultaron heridas) en el distrito de Zirok», ambos ubicados en Paktika, dijo a Efe el director del Departamento de Información y Cultura provincial, Mohammad Amin Huzaifa.
El primer temblor de 5,1 grados se registró a primera hora de la tarde del lunes 18 de julio de 2022, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), azotando principalmente el distrito de Gayan, en Paktika.
Este distrito fue uno de los más afectados por el seísmo que el pasado 22 de junio causó la muerte de más de mil de personas y dejó más de 1 500 heridos en el este de Afganistán.
Gran actividad sísmica
«Varias casas que resultaron dañadas en el terremoto anterior han sido destruidas. Se enviaron equipos a la zona y los heridos fueron trasladados al hospital local», señaló Huzaifa.
Posteriormente, otro seísmo de 4,3 grados sacudió por la noche de nuevo Gayan y otros distritos de los alrededores, como Zirok, dejando 13 heridos.
Los residentes de las zonas afectadas afirmaron que los temblores fueron constantes en las últimas 24 horas, y provocaron la aparición de grietas.
«No sé qué está pasando, pero en el último día se produjeron alrededor de 30 terremotos leves en el área de Galay, y también en algunas áreas el suelo se agrietó», dijo a Efe Ataullah, residente de la aldea de Galay, ubicada en Gayan.
Afganistán suele sufrir terremotos, especialmente en la zona conocida como Hindu Kush, de gran actividad sísmica y habitual punto de origen de movimientos telúricos en la región.
El país sigue recuperándose de las secuelas del devastador terremoto registrado hace apenas un mes, el peor en Afganistán en décadas, y que con más de mil muertos requirió la ayuda de numerosas organizaciones internacionales y países para atender a las víctimas.
