Hasta el 11 de enero del 2022 está abierta la convocatoria para el XIV Concurso Nacional y IX Iberoamericano de Excelencia Educativa, que realiza cada año la Fundación Fidal. Los docentes ganarán USD 10 000 con sus proyectos educativos.
Los maestros que deseen participar pueden revisar las bases y la guía de presentación en el sitio oficial de la fundación. En este se encuentran los requisitos que deben cumplir los proyectos concursantes. Estos tienen que ver con metodologías, innovación, creatividad, impacto, beneficiarios, financiamiento, entre otros.
Fidal informó que el concurso está abierto para educadores y docentes de los niveles de educación inicial, básica y bachillerato, tanto de educación escolarizada como no escolarizada, especial y artesanal. También pueden participar los que pertenecen a sistemas de educación intercultural y bilingüe. Los maestros pueden laborar en establecimientos fiscales, municipales, fiscomisionales y particulares, de zonas urbanas y rurales.
El premio para el ganador nacional es de USD 10 000, mientras que el primer lugar iberoamericano se lleva USD 5 000. Además de los incentivos económicos, en ediciones anteriores, los finalistas nacionales e internacionales han recibido becas, dispositivos tecnológicos, cursos, entro otros premios.
Proyectos de Loja y Colombia ganaron última edición
La presidenta de Fidal, Rosalía Arteaga, sostiene que el Concurso Nacional e Iberoamericano de Excelencia Educativa tiene el objetivo de mejorar la educación a través del empoderamiento, capacitación y reconocimiento a los maestros.
Desde su primera edición, el concurso de Fidal ha reunido 1 505 proyectos, presentados por 2 569 maestros. En octubre de este 2021 se premió a tres maestras lojanas por su proyecto Taytas Kuskakuy. En esa ocasión se evaluaron 107 proyectos nacionales, que impactaron en las aulas de 17 provincias de Costa, Sierra y Amazonía. Y 55 propuestas internacionales fueron de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, México, Perú y España.
El proyecto ganador de Ecuador fue implementado en la Unidad Educativa Fiscomisional Calasanz, con el objetivo de facilitar el desarrollo de la psicomotricidad fina y el acompañamiento a los niños. Se aplicó la formación pedagógica de sus padres, madres o cuidadores en técnicas grafoplásticas, a través de talleres ejecutados en comunidades de aprendizaje.
Asimismo, una docente colombiana ganó con su proyecto Semillero de Investigación Inclutec: estudiantes creando recursos tecnológicos para la inclusión. Este se consolidó en el 2015, en el Colegio Enrique Olaya Herrera, de Bogotá, con el fin de aprovechar la tecnología como herramienta para la inclusión social. Se aplicaron estrategias para garantizar el acceso y permanencia de los estudiantes con discapacidad.
