36 personas a lo largo del país están acusadas de desviar $1.200 millones. La Justicia de Estados Unidos anunció este 20 de julio de 2022 que destapó una trama de fraude en el sector de la telemedicina, muy popular tras la pandemia de COVID-19.
Se alega que las empresas de telemedicina -cuyo nombre o número no se menciona- acordaban con distintos médicos la prescripción de pruebas y de materiales médicos muy costosos, independientemente de si los pacientes las necesitaban, tras una breve conversación telefónica o incluso sin interactuar con ellos.
Según una nota, la acusación es resultado de una investigación federal coordinada entre el FBI, seis unidades contra el fraude en la sanidad y ocho fiscalías federales, entre otras agencias, y ha dado lugar a los primeros cargos por la facturación de pruebas genéticas cardiovasculares fraudulentas.
Entre los imputados hay un ejecutivo de una empresa de telemedicina, propietarios y ejecutivos de laboratorios clínicos, empresas de equipamiento médico de larga duración, empresas de marketing y profesionales médicos.
Aparte de los cargos anunciados por Justicia, los Centros para Medicare y Medicaid y el Centro para la Integridad de los Programas, que persigue su abuso, emprendieron acciones administrativas contra más de medio centenar de proveedores médicos implicados en tramas similares.