El PSC, Partido Social Cristiano, tiene que atender dos frentes complejos a raíz del fracaso en las elecciones de las autoridades locales del 5 de febrero de 2023. Crisis en el Partido Social Cristiano.

A nivel interno, el resquebrajamiento del bloque legislativo empezó en mayo de 2021, cuando sufrió dos bajas en el trajín de las negociaciones para designar autoridades en la Asamblea Nacional. En ese momento, César Rohon y Elías Jachero (que llegó con Alianza Unidos por Pastaza-PSC) dejaron esa tienda.

Lejos de quedar ahí, el problema se repitió dos años después. Las fisuras se acentuaron con la salida -por expulsión y renuncia- de tres de sus asambleístas en menos de dos semanas. “Es un factor atado a problemas de liderazgos”, opinó Roger Celi, coordinador del Observatorio Legislativo de Fundación Ciudadanía y Desarrollo.

Acuerdo con CREO

En lo externo, también le generó conflictos la ruptura del acuerdo político con el movimiento CREO, que llevó a Guillermo Lasso a la Presidencia de la República.

Esto le obligó a aliarse con el correísmo, representado por el bloque Unión por la Esperanza (UNES) en la Asamblea. Fue un pacto que resultó fallido y que no logró la fuerza necesaria para alcanzar objetivos comunes. Por ejemplo, destituir a Guillermo Lasso, en junio de 2022, o a los vocales del Consejo de la Judicatura (CJ), en septiembre de 2022.

Formación política

 La figura presidenciable de Jaime Nebot se fortaleció en 2015, cuando convocó a una concentración en Guayaquil para rechazar los proyectos de ley a la herencia y plusvalía impulsados durante el régimen de Rafael Correa, y la calificó como una “manía confiscatoria” porque buscaría transformar al Ecuador en Venezuela”. Al terminar la concentración se escuchó “Nebot presidente».

Para las elecciones de 2021, Nebot aseguraba que no sería candidato presidencial. Sin embargo, afirmó que el PSC tendría candidato a la Presidencia de la República y a la Asamblea Nacional en todas las provincias del país.

En 2023, con la derrota electoral por captar la alcaldía de Guayaquil y la prefectura del Guayas, Nebot prometió que se corregirían errores. Reconoció el triunfo “legítimo” de los correístas Aquiles Álvarez, alcalde electo de Guayaquil, y de Marcela Aguiñaga, prefecta electa, y el fin de la administración socialcristiana.

La derrota de Cynthia Vieri, a la alcaldía de Guayaquil, significó el fin de 30 años de la hegemonía socialcristiana en el Puerto Principal, que comenzó con el expresidente León Febres-Cordero, en 1992.

El líder del PSC dejó en claro que la lección está aprendida y  que tomó ciertas medidas, incluyendo la creación de un centro de formación política, donde jóvenes con ideales afines son instruidos sobre varios tópicos para que se conviertan en los futuros cuadros del partido. (SC)

Entre ‘presiones y amenazas’

El resquebrajamiento más reciente en el PSC se produjo por asegurar los votos para la destitución del presidente de la República, Guillermo Lasso, en el marco del juicio político:  Javier Ortiz, Elina Narváez y Karen Noblecilla abandonaron el partido denunciando presiones y amenazas de Esteban Torres, jefe de la bancada socialcristiana.

En medio de esta coyuntura, y con las elecciones generales de 2025 casi a la vuelta de la esquina, el PSC pierde fuerza.

Las bancadas legislativas se conforman con 14 miembros, pero la Ley Orgánica de la Función Legislativa (LOFL) no especifica que deja de ser un bloque si tiene un número de parlamentarios inferior a 14. El PSC inició el periodo legislativo con 16 asambleístas, hoy son 13.

Roger Celi, coordinador del Observatorio Legislativo, cree que dependerá de la habilidad política de Esteban Torres para conseguir adherir al PSC a un nuevo legislador para volver a ser un bloque.

Sin vocalía en el CAL

En una semana habrá elecciones internas en la Asamblea. Si hasta el 14 de mayo -cuando se elegirán a las nuevas autoridades legislativas- el PSC no ha logrado constituirse en bancada, no podrá optar por una vocalía en el Consejo de Administración Legislativa (CAL).

La LOFL establece, además, que el CAL se integrará con cuatro vocalías representadas por delegados de cuatro bancadas.

No constituirse como bancada también le traerá problemas cuando se empiecen a reconformar las comisiones especializadas.

En el actual periodo legislativo, de las quince comisiones que existen, el PSC tiene representantes en once. 

En la segunda etapa legislativa que se inaugurará el 14 de mayo, su presencia podría bajar a tres o cuatro. Así, el PSC perdería fuerza política.