La Barcaza eléctrica flotante alquilada por el Gobierno de Ecuador a la empresa turca Karpowership continúa todavía sin poder entrar en operación, a la espera de reforzar el sistema de amarres, después de los problemas presentados para fondear el buque en el río Guayas.
Temporalmente se encuentra en un muelle con otras embarcaciones. La barcaza alquilada por el Gobierno Nacional, todavía no puede operar a pesar de haber llegado hace un mes.
En un muelle que perteneció anteriormente a la empresa Ecuagran fue llevada, desde ese lugar se espera continuará con las pruebas de la planta mientras avanzan los trabajos de reforzamiento del sistema de amarres.
La empresa de ingeniería y construcción portuaria Ciport será encargada de realizar los amarres requeridos para la operación segura de la barcaza eléctrica, en la zona de Las Esclusas de Guayaquil, situada en la zona sur de la portuaria ciudad ecuatoriana.
El objetivo de que pueda instalarse allí es que se conecte a la subestación eléctrica de Las Esclusas y pueda proveer al sistema eléctrico nacional de Ecuador con 100 megavatios de potencia a 138.000 voltios de tensión.
El Gobierno de Ecuador firmó el alquiler de esta planta eléctrica flotante para un periodo de 18 meses a cambio de $115 millones con la compañía Karpowership, la flota de plantas eléctricas flotantes del grupo energético turco Karadeniz.
Este buque, que tiene una eslora de 179 metros y navega actualmente con bandera liberiana, fue recientemente reconvertido a planta eléctrica flotante tras haber sido construido en 2001 y haber funcionado originalmente como una embarcación de carga de clase ro-ro (embarque y desembarque directo en muelle sin grúa) bajo el nombre de Transfighter.
El alquiler de esta planta eléctrica flotante es parte de las acciones que ha emprendido el Gobierno para contar con alternativas de generación eléctrica en caso de que las principales centrales hidroeléctricas del país vuelvan a quedarse sin suficiente agua para operar.
Se calcula que cada hora de racionamiento eléctrico provoca en el país pérdidas por unos $12 millones.