Con la entrada en vigencia de las medidas de alivio financiero para la banca privada, las cuales estarán disponibles hasta el 31 de diciembre y que formo parte de los acuerdos alcanzados en las mesas de diálogo entre el Gobierno y el movimiento indígena, habrá facilidades de una nueva refinanciación.
Anabel tiene una deuda con una cooperativa por un microcrédito que adquirió en agosto de 2019. Tenía prevista pagarla hasta 2024. Cuando la pandemia llegó, sus previsiones cambiaron porque tuvo que cerrar su negocio por unos tres meses.
En 2020, accedió a una refinanciación de su deuda, la cual la pagó por un año hasta que nuevamente tuvo problemas financieros por una enfermedad. Desde el último noviembre, su deuda pasó a vencida y no ha podido pagarla completa. Ella considera que una reestructuración le vendría mejor.
El 21 de julio, la Junta de Política y Regulación Financiera (JPRF) emitió la resolución con los detalles para la aplicación de los recursos de refinanciación y reestructuración de deudas en el sistema financiero privado.
Estas facilidades se aplicarán únicamente para tres segmentos: microcrédito, crédito productivo pequeña y mediana empresa (pymes), y educativo.
La presidenta de la JPRF, Paulina Vela, señaló que estos recursos, que actualmente ya aplica la banca privada, tendrán más beneficios temporales por esta ocasión.
Entre ellos están el otorgamiento de períodos de gracia, que dependerán del análisis de cada situación. Además, no se cobrarán gastos de cobranza, costos legales, tarifas y comisiones.
Durante los procesos de acuerdo con los deudores, las entidades financieras podrán otorgar nuevos recursos. Estos no estarán sujetos al pago de tributos, contribuciones y otros gravámenes, a fin de no encarecer su costo. Es una buena opción para que los sectores productivos mantengan su ritmo de reactivación económica, a través de nuevos financiamientos.
2 millones de beneficiados
La refinanciación y la reestructuración son mecanismos que se han aplicado principalmente en épocas de crisis, como la pandemia. Por ejemplo, en 2020 hubo una reestructuración y refinanciamiento en la cartera de crédito total que alcanzó los USD 968 millones, es decir el 3% del total de la cartera de crédito, según la Superintendencia de Bancos (SB).
El monto subió en 2021 y llegó a los USD 1 439 millones, y para junio de 2022 la reestructuración y refinanciamiento alcanzan ya esos niveles, con USD 1 431 millones.
De acuerdo con Vela, durante la pandemia del covid-19 se han reestructurado, renegociado y refinando más de USD 20 000 millones. Además, estos beneficios ayudaron a más de 2 millones de clientes de la banca privada.
Se espera que estas cifras incrementen de manera significativa con estos nuevos alivios.
De los tres segmentos crediticios que recibirán las medidas de alivio, el productivo fue el de mayor monto de refinanciación y reestructuración de operaciones de crédito con más de USD 1 500 millones, entre 2020 y junio de 2022, de acuerdo con los datos de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca).
Las entidades financieras y sociales deben informar de estas medidas para facilitar su aplicación entre los ecuatorianos.