La intersección de las avenidas Isidro Ayora y Las Américas, en el norte de Guayaquil, es uno de los 42 puntos calientes para la mendicidad infantil en vísperas de la Navidad. Familias enteras se sitúan en las veredas a la espera de regalos, ropa o dinero.
Los menores se acercan a los vehículos a pedir cuando los semáforos están en rojo. Lo hacen, en su mayoría, sin el uso correcto de mascarillas, exponiéndose a un potencial contagio por el covid-19.
El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) ha atendido 11 700 casos de chicos dentro del programa de erradicación del trabajo infantil este 2021. La cifra es levemente superior a los 11 530 del año pasado y a los 10 780 del año 2019.
El Gobierno lanzó hace poco la campaña Solidaridad sin Mendicidad, un trabajo interinstitucional para prevenir y proteger a personas en mendicidad y trabajo infantil.
Identificó 20 cantones considerados como expulsores y receptores de estos problemas, que crecieron con la crisis sanitaria y económica.
En la lista están Ambato, Esmeraldas, Babahoyo, Tulcán, Cuenca, Guaranda, Guayaquil, Huaquillas, Ibarra, Loja, Jama, Latacunga, Manta, Colta, Quito, Riobamba, Rumiñahui, Mejía, Cayambe y Santo Domingo. En estas localidades se identificó el número más alto de personas en situación de mendicidad en 2020.
El lunes anterior, un equipo del MIES y de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) llegó hasta la Ayora y Las Américas, en la urbe porteña. Ahí encontraron a Patricia Pinto, su hermana Mercedes y su hija Shirley. Las tres estaban con tres menores de 7, 5 y 2 años y todos sentados en cartones en una de las veredas centrales de la vía.
A las mujeres se les explicó los riesgos de la mendicidad y la exposición al coronavirus. Ese día se les hizo firmar un acta de compromiso para evitar que vuelvan a la calle. Patricia contó que decidieron salir porque su nieta cumplía ese día 5 años de edad. “No tenemos plata para regalos, un vecino que vende espumillas en este semáforo nos recomendó que vengamos porque siempre entregan regalos”.
A unos metros, otras 12 personas recibieron juguetes. Se entregaron carros y muñecas. Los adultos, al ver a los policías, intentaron marcharse, pero fueron abordados.
La primera acción fue constatar la identificación de las personas para verificar si los menores son familiares y descartar que sean casos de “arrendamiento” de niños.
Roberto Calderón, agente de la Dinapen, contó que se realizan seis recorridos de prevención a la semana en Guayaquil y por la temporada navideña se desarrollan -al menos- dos diarios.
Tras la observación de la presunción de delito, se pone en conocimiento de la Policía, para que investigue y luego se dé el proceso judicial ante la Fiscalía. En lo que va del año existen cinco casos en ese organismo.
En Santo Domingo se ha constatado a familias migrantes en la mendicidad. La Fundación Vivian Luzuriaga identificó 102 casos el 2020; el 80% de ellos, venezolanos. El resto fueron ecuatorianos, principalmente, adultos mayores y personas con discapacidad.