Ricardo Rivera salió de la cárcel con una barba incipiente, vistiendo una camiseta blanca y pantalón oscuro cerca de la medianoche del jueves 9 de diciembre del 2021.
El tío del exvicepresidente Jorge Glas abandonó con su abogado las instalaciones del complejo penitenciario del norte de Guayaquil para gozar de régimen semiabierto. El juez Luis Jiménez, de la Unidad Judicial Especializada de Garantías Penitenciarias de Guayaquil, le concedió el beneficio y firmó esta semana su prelibertad.
Rivera no emitió comentarios ni declaraciones a la prensa que esperaba su salida a las afueras de la cárcel y se embarcó en un vehículo que lo esperaba. El ingeniero en telecomunicaciones pasó más de 1 500 días encarcelado, cuatro años y seis meses, el 70 por ciento de su condena por asociación ilícita en la trama de corrupción de la brasileña Odebrecht.
El tiempo cumplido de la condena, el buen comportamiento en el Centro de Privación de Libertad Regional No. 4 Guayas y el carecer de otros procesos penales en trámite fueron considerados al momento de aceptar su recurso de régimen semiabierto.
Rivera fue detenido en junio del 2017 y sentenciado en diciembre de ese mismo año. Era el enlace para recibir sobornos de Odebrecht dirigidos a su sobrino, Jorge Glas, por USD 13,5 millones a cambio de concederle a la constructora contratos con el Estado, según la acusación fiscal por la que fue condenado.
Rivera deberá cumplir una serie de requisitos para gozar de su prelibertad, entre ellas cumplir con la reparación económica para enmendar el prejuicio al Estado.
El tío de Glas podrá transitar dentro de la provincia del Guayas y deberá portar un dispositivo electrónico de seguimiento. Tendrá que presentarse una vez al mes ante la Fiscalía y, entre otras cosas, deberá asistir una vez a la semana a una unidad de reinserción social a realizar actividades comunitarias.
