El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) ha sido utilizado por 81.287 afiliados, en los últimos 12 meses, para recibir el seguro de desempleo. Es decir, esos son los puestos en relación de dependencia que se han perdido y que le ha costado al IESS USD 26,8 millones.
La prestación económica existe desde 2016 y los recursos provienen del aporte patronal correspondiente al 2% de la remuneración de los afiliados, pero ese porcentaje por desempleo no es estable, varía según las resoluciones del IESS. Inicialmente, era del 1% y después cayó al 0,5%.
La pueden solicitar las personas que, habiendo cumplido con al menos 24 aportaciones (no simultáneas), hayan sido despedidos y lleven 60 días sin empleo. Sin embargo, sí deben haber cumplido con los últimos seis aportes consecutivos y, por ende, el empleador debe estar al día en el pago de sus obligaciones.
Esta prestación implica que el afiliado recibirá el 70% de un salario básico al mes (USD 322), durante cinco meses. A menos que encuentre otra relación laboral de dependencia antes. Hasta noviembre de 2024, esto ha sido solicitado por 61.369 personas.
El pico más alto fue en julio y requirió USD 5 millones en desembolsos para 12.020 afiliados.
En este escenario, el presidente Daniel Noboa remitió su proyecto económico urgente de ‘alivio financiero’, en la que plantea que los afiliados que se queden sin trabajo -entre noviembre de 2024 y enero de 2025- podrían acceder al seguro de desempleo en un plazo de 10 días, ya no en dos meses.
Si la Asamblea Nacional acepta la propuesta, quienes quieran recibir el beneficio deberán presentar la solicitud al IESS a partir del día octavo de encontrarse desempleados y hasta en un máximo de 45 días posteriores.
Aunque, según las cifras del IESS, en septiembre el número de afiliados que accedieron al beneficio cayó a apenas 1.646, siendo el segundo mes más bajo de 2024.
Galápagos (194%), Loja (77%), Tungurahua (43%), Bolívar (34%) y Pichincha (30%) son las provincias que han sufrido el mayor incremento en comparación con 2023, pese a que el año todavía no termina.
Las proyecciones en materia de empleo en el país no son alentadoras. El empleo se mantendrá estancado en lo que resta de 2024 y probablemente en 2025, según un estudio presentado por la consultora SGF Global, de octubre.
La desaceleración económica, las próximas elecciones presidenciales y la actual crisis eléctrica impiden la creación de nuevas plazas de trabajo. Según el estudio laboral, también hay ciertas regulaciones, en especial, sobre contrataciones, que limitan el crecimiento de la productividad.