Pablo Ramírez, director del Servicio Nacional de Atención a Personas Adultas Privadas de su Libertad y Jóvenes Infractores (SNAI), afirma que estos acuerdos se han realizado sin condicionamientos desde el Estado o de las bandas.
Son seis las organizaciones delictivas, que han firmado acuerdos de no agresión en las cárceles del país.
“Si vamos a firmar un acuerdo de paz debe existir confianza con las diferentes cabezas de estas organizaciones delictivas y que se vaya irradiando hacia abajo (con los otros miembros) para poder ir generando acuerdos de no agresión”, dice Ramírez.
Entonces ¿qué pasará si la paz se incumple y hay nuevos amotinamientos?
La principal autoridad del SNAI no descarta que puedan existir nuevos amotinamientos y reconoce que las riñas pequeñas suelen derivar en agresiones más altas. Eso es lo que se intenta evitar con la pacificación.
Para esto se cuenta con la palabra de los líderes de las principales organizaciones delictivas, pero también con la reestructuración del sistema carcelario. Para este año 2022, los centros de rehabilitación contarán con 1.400 guías penitenciarios, de los cuales 100 se formarán como inspectores educadores y trabajarán con jóvenes infractores.
‘No hay garantías’
Mario Pazmiño, exjefe de inteligencia del Ejército Nacional, duda que se pueda dar un proceso de pacificación si no se determinan condiciones “que las pongan el SNAI, no los presos”.
Lo primero – señala Pazmiño– es que, además de requisar y retirar el armamento a los reos, se quite el control de las llaves de las celdas a los caporales y que “solo los agentes penitenciarios las manejen”.
“Si no hay una firma, ni la legalización del acuerdo, este tema es una letra muerta”, agrega Pazmiño.
Ramírez, por su parte, dice que se mantienen pendientes de que no se fraccionen estos tratados y que exista “continuidad e integralidad de los diálogos”.
Son seis las organizaciones delictivas (ver recuadro), que han firmado acuerdos de no agresión en las cárceles del país.
Pablo Ramírez, director del Servicio Nacional de Atención a Personas Adultas Privadas de su Libertad y Jóvenes Infractores (SNAI), afirma que estos acuerdos se han realizado sin condicionamientos desde el Estado o de las bandas.
“Si vamos a firmar un acuerdo de paz debe existir confianza con las diferentes cabezas de estas organizaciones delictivas y que se vaya irradiando hacia abajo (con los otros miembros) para poder ir generando acuerdos de no agresión”, dice Ramírez.
Entonces ¿qué pasará si la paz se incumple y hay nuevos amotinamientos?
La principal autoridad del SNAI no descarta que puedan existir nuevos amotinamientos y reconoce que las riñas pequeñas suelen derivar en agresiones más altas. Eso es lo que se intenta evitar con la pacificación.
Para esto se cuenta con la palabra de los líderes de las principales organizaciones delictivas, pero también con la reestructuración del sistema carcelario. Para este año 2022, los centros de rehabilitación contarán con 1.400 guías penitenciarios, de los cuales 100 se formarán como inspectores educadores y trabajarán con jóvenes infractores.
‘No hay garantías’
Mario Pazmiño, exjefe de inteligencia del Ejército Nacional, duda que se pueda dar un proceso de pacificación si no se determinan condiciones “que las pongan el SNAI, no los presos”.
Lo primero – señala Pazmiño– es que, además de requisar y retirar el armamento a los reos, se quite el control de las llaves de las celdas a los caporales y que “solo los agentes penitenciarios las manejen”.
“Si no hay una firma, ni la legalización del acuerdo, este tema es una letra muerta”, agrega Pazmiño.
Ramírez, por su parte, dice que se mantienen pendientes de que no se fraccionen estos tratados y que exista “continuidad e integralidad de los diálogos”.
Organizaciones
Firma de no agresión en las cárceles
- Choneros
- Águilas
- Tiguerones
- Lobos
- Chone Killers
- Latin Kings
“(Con los acuerdos de paz) Los amotinamientos (en cárceles) no es que es una garantía que van a dejar de existir. A veces de una pequeña pelea se va generando una agresión más alta” , Pablo Ramírez, director del SNAI.
“No creo que se pueda dar una pacificación sin que el SNAI condicione a los líderes al interior de centros carcelarios, si no está firmado en papel, el letra muerta”, Mario Pazmiño, exjefe de inteligencia del Ejército Nacional.
